Alzheimer

¿Qué es el Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa del cerebro que causa problemas con la memoria, la forma de pensar y en la manera de comportarse. En España los últimas estadísticas hablan de más de 1.200.000 personas sufren Alzheimer en España, la enfermedad, sin embargo, arrastra y marca la vida de más de cinco millones. Aunque generalmente aparece a partir de los 65 años.  

¿Qué es la enfermedad de ALZHEIMER?.

 Es una enfermedad caracterizada por la disminución de las funciones intelectuales de la persona, con una consecuente pérdida de la memoria y deterioro del pensamiento. El enfermo con Alzheimer sufre un drástico cambio en su personalidad, con tendencia a deprimirse o irritarse. La persona ya no puede seguir instrucciones, sufre confusión y desorientación en el tiempo y el espacio, pudiendo incluso, llegar a perderse en lugares conocidos para él. Además, la persona puede presentar alteraciones del juicio, confundir a sus seres queridos y, en muchos casos, hasta desconocerse a si mismo.

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

Es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro la cual provoca un deterioro en la memoria, el pensamiento y la conducta de la persona. La enfermedad de Alzheimer produce una disminución de las funciones intelectuales lo suficientemente grave como para interferir con la capacidad del individuo para realizar actividades de la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es la más común de las demencias; científicamente, se define como tal. Esta enfermedad fue descrita por vez primera en 1907 por el médico alemán Alois Alzheimer, de quien tomó su nombre. La enfermedad es irreversible y hasta el momento no se conoce cura alguna. Se sabe que ésta va destruyendo poco a poco las neuronas del cerebro, el paso de información entre las células y por ende, el contacto con el mundo.

¿Cuáles son los síntomas más comunes de la enfermedad de Alzheimer?

Muchos de los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer pueden no ser percibidos fácilmente porque se parecen a los signos naturales del envejecimiento, tales como el olvido, pérdida de la concentración, así como problemas motrices y de lenguaje, incluyendo dificultades para hablar y caminar. Los síntomas más comunes de la enfermedad de Alzheimer son:

Pérdida progresiva de la memoria.

Confusión y desorientación en el tiempo y el espacio.

Repetir a cada rato la misma pregunta.

Perder las cosas o dejarlas o esconderlas en lugares poco usuales.

Mostrar agitación, inquietud o nerviosismo.

Quererse ir de la casa argumentando que esa no es su casa.

Perderse o extraviarse, incluso en su propia colonia o vecindario.

No poder reconocer a familiares cercanos: esposo, esposa o hijos.

Mostrarse cansado, callado, triste o deprimido.

Mostrarse tenso, inquieto, irritable o agresivo.

Mostrarse paranóico o sospechar de todo mundo.

Presentar alucinaciones, ver cosas que no son o escuchar ruidos que no existen.

En el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer intervienen muchos factores como la edad (generalmente afecta a ancianos y mayores de 60 años, aunque hay casos de menores de 40 años), el sexo (las mujeres lo padecen con más frecuencia), la herencia familiar, la genética (mutaciones en algunos genes), factores medioambientales (tabaco, dietas grasas…), entre otros. Actualmente, no se sabe cómo prevenir su aparición.

Aunque existen muchos síntomas, la mayoría de las personas experimentan una importante pérdida de memoria que afecta a las actividades diarias, confusión, desorientación en lugares conocidos y problemas con el habla y/o la escritura. Sólo un equipo profesional podrá realizar un diagnóstico exacto de la enfermedad.

Si hacemos un breve esquema de qué pasos podríamos seguir podrían ser:

  1. Asimilar la noticia. En algunos casos es bueno recibir apoyo psicológico que nos ayude en esta tarea. No sólo en la ayuda de afrontar la enfermedad, sino de adaptarse a una nueva forma de vida. Para ello, es importante contar con un estado anímico favorable, pues es frecuente que aparezcan síntomas de depresión al inicio que con ayuda hay que tratar de vencer.
  2. Buscar un recurso adecuado: donde trabajen tanto la esfera cognitiva como la emocional y la social con la persona diagnosticada de forma individualizada; a su vez que dote de formación y asesoramiento a la familia para ir afrontando lo mejor posible los cambios que van surgiendo con la enfermedad.
  3. Adaptar el ambiente lo máximo posible para conseguir la mayor autonomía del paciente de Alzheimer. Tenemos que tratar que los primeros olvidos y síntomas que aparecen influyan lo menos posible en las tareas del día a día. Incluir estrategias que se adapten a las nuevas necesidades y ayuden a mantener la independencia para las actividades de la vida diaria (AVD).
  4. Amor y paciencia como base de todo este proceso.

El Alzheimer es, por lo general, una enfermedad  de evolución lenta y no existe cura contra ella. Sin embargo existen tanto tratamientos farmacológicos como terapias para ejercitar la memoria, el intelecto, las relaciones sociales, que pueden retrasar  su evolución, Sadaliar, como compañía especializada en el cuidado de personas con diversas patologías, colabora con diferentes asociaciones de familiares y personas con Alzheimer, así como con otras organizaciones e instituciones de cuidados personales.

Nuestro compromiso, favorecer la autonomía de la persona; en definitiva a mantener la calidad de vida el máximo tiempo posible.

¿Necesita asesoramiento personalizado?

Estudiamos su caso y encontramos la solución óptima